Ingredientes:

• 2 tazas de harina
• 1 taza de azúcar
• 1 cucharadita de polvo de hornear
• 1 cucharadita de sal
• 1 taza de leche
• 1/2 taza de mantequilla derretida
• 2 huevos
• 1 cucharadita de esencia de vainilla

Procedimiento:

1. En un tazón grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal.
2. En otro tazón, bate la leche, la mantequilla derretida, los huevos y la esencia de vainilla.
3. Incorpora la mezcla líquida a la mezcla seca y revuelve hasta que estén bien combinadas.
4. Vierte la masa en un molde previamente engrasado y enharinado.
5. Coloca el molde en el horno precalentado a 200 grados Celsius y hornea por 30-35 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
6. Deja enfriar antes de desmoldar y servir.

Conclusión:

Precaientar el horno a la temperatura adecuada es crucial para lograr el horneado correcto de tus recetas. Siguiendo este sencillo paso, podrás asegurarte de que tus platos salgan perfectos cada vez.

Preguntas frecuentes:

¿Qué sucede si no precaliento el horno?

Si no precalientas el horno, tus recetas pueden tardar más en cocinarse, cocerse de forma desigual o no alcanzar la textura deseada. Es importante seguir este paso para obtener resultados óptimos en tus preparaciones.

¿Por qué es importante mezclar los ingredientes por separado?

Mezclar los ingredientes secos por un lado y los líquidos por otro antes de combinarlos, ayuda a distribuir uniformemente los sabores y lograr la textura adecuada al hornear. De esta forma, se evitan grumos y se obtiene una masa homogénea.